Poeta mexicano. Licenciado en Letras por la Universidad de Guadalajara udg. Desde 1997, trabaja en Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz de la udg. Autor de más de cinco poemarios. Ha publicado en las revistas Tierra Adentro, La Tempestad, Cuadernos Salmón, La Colmena, Cantera Verde y Letras Libres. Sus textos se pueden encontrar en antologías colectivas y han sido traducidos al francés y al alemán.
(1896-1948) fue poeta, actor, director de teatro, dramaturgo y dibujante. En 1896, en Marsella, nació en el seno de una familia acomodada, bajo el nombre de Antoine Marie Joseph Artaud. "Existe un misterio en mi vida, cuyo fundamento es que yo no nací en Marsella el 4 de septiembre de 1986, sino que atravesé ese día, llegado de otra parte, porque en realidad jamás he nacido y la verdad es que no puedo morir". Durante los años de su juventud fue parte del movimiento surrealista. Trabajó como actor de cine con Carl Theodor Dreyer, y en el teatro en numerosas obras, escritas por él mismo. Gracias a su Teatro de la crueldad transformó por completo la forma de concebir el teatro de Occidente. Consumió opio para aliviar sus dolores físicos y emocionales, que lo aquejaron constantemente. Así, sólo agravó sus enfermedades. En el teatro adaptó obras de Shelley y de Stendhal, con escenografías de Balthus. En Irlanda fue encarcelado por vagabundaje. Vivió entre los rarámuris en México, donde hizo suyos y vivió los rituales ancestrales con el hikuri. Una vida nueva se abrió ante su mente gracias a las antiguas tradiciones de México. A su regreso a Europa casi nadie lo comprendió. Fue internado por diez años en un hospital psiquiátrico. Lo trataron con choques eléctricos. Comenzó a dibujar. Al salir del hospital, sus amigos lo instalaron en Ivry, en el sanatorio del doctor Belmas. André Breton le organizó un homenaje en el teatro Sarah Bernhardt. Expuso sus dibujos en la Galerie Pierre. Siguió consumiendo grande cantidades de láudano. Le detectaron un cáncer imposible de operar. El 4 de marzo fue encontrado muerto, sentado junto a su cama, en el hospital donde fue internado. Su último cuaderno lleva escritas estas palabras: "seguir siendo este hechizado eterno, etc., etc.".
La edición de cada número de Luvina implica un ejercicio de imaginación verbal. Las escrituras que la componen son una puesta en crisis del lenguaje. El lenguaje se vuelve vacío, olvido, apariencia que niega significados, para conquistar el movimiento propio, ensamblaje pieza por pieza de una interioridad: sus palabras oídas desde dentro. Letras al aire, el lema de este número, quiere volver consciente el hecho de la oralidad de la lengua, de su origen como mimesis de un mundo que antes que pensado es oído, como una catarata de percepciones auditivas que al sedimentarse son resonancia y quedan inscritas en la memoria humana. No hay lengua inmóvil, dice Thomas de Quincey, con el Verbo se toca el mundo de los dioses y a través de las sonoridades conquistadas la fuerza oral del lenguaje logra su propia dicción, la exuberancia de su nombrar. El lenguaje, revolucionado en su forma alada, en su gama de sonidos, recuerda su naturaleza de incubador del germen de ficción que conecta al hombre con los mundos invisibles y penetra lo secreto. Presta a indagar los acordes de la gramática y las ráfagas del lenguaje, Luvina sale al aire con un programa en Radio Universidad de Guadalajara,* en donde más que reproducir la hoja escrita, quiere penetrar y transmitir las capacidades laterales y subordinadas de la oración, las bisagras y acentos de la frase, los litorales del lenguaje: oralidad, traducción, vacío. Aislada o en conjunto, abigarrada o ligera, prosa o poesía, la enunciación: cláusulas rítmicas de la lengua lanzadas al amplio espectro de la eufonía.
Á. Ortuño, A. Artaud, G. Eich, S. Peña, J. García, Ó. Hahn, A. Hempel, E. Lidner, S. Natsume, N. Villafuerte, J. Thompson, D. Lezama, Luvina Núm. 54, 1.ª ed. Guadalajara, México: Grupo editorial: Universidad de Guadalajara - Publicado en asociación con: Luvina. 2009. [En línea]. Disponible en: https://publicaciones.udg.mx/gpd-luvina-num-54-63eea77feaab0.html
Poeta mexicano. Licenciado en Letras por la Universidad de Guadalajara udg. Desde 1997, trabaja en Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz de la udg. Autor de más de cinco poemarios. Ha publicado en las revistas Tierra Adentro, La Tempestad, Cuadernos Salmón, La Colmena, Cantera Verde y Letras Libres. Sus textos se pueden encontrar en antologías colectivas y han sido traducidos al francés y al alemán.
(1896-1948) fue poeta, actor, director de teatro, dramaturgo y dibujante. En 1896, en Marsella, nació en el seno de una familia acomodada, bajo el nombre de Antoine Marie Joseph Artaud. "Existe un misterio en mi vida, cuyo fundamento es que yo no nací en Marsella el 4 de septiembre de 1986, sino que atravesé ese día, llegado de otra parte, porque en realidad jamás he nacido y la verdad es que no puedo morir". Durante los años de su juventud fue parte del movimiento surrealista. Trabajó como actor de cine con Carl Theodor Dreyer, y en el teatro en numerosas obras, escritas por él mismo. Gracias a su Teatro de la crueldad transformó por completo la forma de concebir el teatro de Occidente. Consumió opio para aliviar sus dolores físicos y emocionales, que lo aquejaron constantemente. Así, sólo agravó sus enfermedades. En el teatro adaptó obras de Shelley y de Stendhal, con escenografías de Balthus. En Irlanda fue encarcelado por vagabundaje. Vivió entre los rarámuris en México, donde hizo suyos y vivió los rituales ancestrales con el hikuri. Una vida nueva se abrió ante su mente gracias a las antiguas tradiciones de México. A su regreso a Europa casi nadie lo comprendió. Fue internado por diez años en un hospital psiquiátrico. Lo trataron con choques eléctricos. Comenzó a dibujar. Al salir del hospital, sus amigos lo instalaron en Ivry, en el sanatorio del doctor Belmas. André Breton le organizó un homenaje en el teatro Sarah Bernhardt. Expuso sus dibujos en la Galerie Pierre. Siguió consumiendo grande cantidades de láudano. Le detectaron un cáncer imposible de operar. El 4 de marzo fue encontrado muerto, sentado junto a su cama, en el hospital donde fue internado. Su último cuaderno lleva escritas estas palabras: "seguir siendo este hechizado eterno, etc., etc.".