Para D. H. Lawrence, la aventura es el objeto más alto de la literatura: «Partir, atravesar el horizonte, penetrar en otra vida». Aventurarse significa trazar una línea, varias, hasta elaborar una cartografía. Líneas que pueden llegar a ser de fuga, evadirse de la realidad, huir de ella, desterritorializarse para fundar otras tierras. En la aventura todo es partir, devenir, pasar; hay una relac...
No hay humanidad más que donde hay comunicación entre seres humanos a través de la acción y del discurso. Tal premisa de Hannah Arendt nos lleva a considerar la trama humana como una serie de acciones con dimensión social, mediante un lenguaje que permite establecer una serie ilimitada de esas mismas acciones, repetirlas y codificarlas. Esta red de relaciones y actos —el trabajo— permite pasar ...