Jorge F. Hernández, nació en México en 1962. Realizó estudios de Doctorado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y en 1987 obtuvo el Premio Nacional de Historia Regional Mexicana con Mención Honorífica por su libro La soledad del silencio (Fondo de Cultura Económica, 1991) y el Premio Nacional de Cuento Efrén Hernández 2000 por el relato Noche de ronda; ha publicado cuatro libros de cuentos y una antología, Un montón de piedras (Alfaguara, 2012); cinco libros de ensayos y crónicas, entre las que ha antologado la columna “Agua de azar” que publica desde el año 2000 en MILENIO diario de México, es autor de cuatro novelas, entre ellas, La Emperatriz de Lavapiés (nueva edición, Alfaguara, 2016) con la que quedó Finalista del Primer Premio Internacional de Novela Alfaguara en 1998. Actualmente, vive en Madrid donde colabora en el diario El País con las columnas “Café de Madrid”, “Cartas de Cuévano” y “Contraquerencia”, además de publicar sus dibujos que ya han sido recopilados en el libro El dibujo de la escritura (Alfaguara, 2016). (Fotografía: El País).
El hombre que amaba los libros reúne testimonios de escritores y colaboradores cercanos como un homenaje a su fundador Raúl Padilla,considerado uno de los más grandes promotores de la cultura mexicana.
La nuestra es la época de la gran crisis. Bajo esta premisa nos hemos ido formando un futuro que la confirma y una perspectiva que nos lleva a darle sentido a ese futuro. San Agustín decía que los momentos que llamamos crisis son finales y principios. Ahora bien: sea interior o exterior, una crisis tiene que ver con la corriente vital de los seres humanos. El anhelo de todos es conservar la arm...
Ir o regresar. Aprender el camino o transgredirlo. Inventarse una línea mágica o simplemente reproducir las que existen. Desempolvar la vida cotidiana para atrapar los chispazos de luz que hay entre sus huecos, en esas fallas que pueden volverse fracturas irremediables o señales hacia el edén. ¿Y qué es el edén? Tal vez una realidad ampliada que nos conduce más allá de la nuestra, una especie d...
De las vidas múltiples que potencialmente podemos vivir los seres humanos, es indudable que en general domina en ellas la planicie de lo intrascendente. Salvo en los planos donde lo que se gana es lo improbable, lo insólito, allí se rebasa el nivel cotidiano y nos volvemos héroes, creaturas intuitivas y sagaces, atemporales. Esta posibilidad se abre sólo en los terrenos imaginarios, en donde lo...